miércoles, 9 de abril de 2014

Día 5: Aberdeen - Stonehaven - Glamis - St Andrews - Edimburgo (236 km)

El quinto día era el último día en el que hacíamos grandes recorridos y el itinerario fue el siguiente:


El quinto día del viaje fue cuando el tiempo empeoró, hasta ahora habíamos tenido un tiempo increíble, aunque de vez en cuando cayeron algunas gotas pero nada importante, pero el quinto día fue cuando la niebla decidió visitarnos y se quedó hasta el final de nuestro viaje. Además el día anterior fue cuando se cambió la hora por lo que tuvimos una hora menos para dormir.

Niebla en el puente de Edimburgo
Este día comenzó yendo hacia Stonehaven donde se encontraba el Dunnottar Castle. Ya a estas alturas del viaje habíamos decidido no entrar en más castillos por lo que dije en una de las entradas anteriores, porque visto uno visto todos, y como teníamos que pagar para entrar decidimos verlo sólo por fuera.

Este castillo se encuentra sobre un precipicio rocoso sobre un cabo, la verdad es que impresiona su situación. Para poder verlo bien, tienes que aparcar en la entrada y seguir un sendero que sigue recto y luego hacia la derecha, y si quieres entrar en el castillo tendrás que seguir de frente en la desviación y dentro es donde se compran las entradas.

Dunnottar Castle
Después nos dirigimos hacia el Castillo de Glamis, que sabíamos que estaba cerrado en esta época del año, pero queríamos verlo por fuera, ya que era como un palacio de princesas. Lo que no sabíamos es que estaba en medio de unos jardines enormes y que la entrada a éstos también estaba cerrada, así que rodeamos los jardines con la esperanza de ver el castillo pero fue imposible. 

Así que seguimos nuestro camino hasta St Andrews, que es considerado como la cuna del golf, ya que en ella se encuentra el club de golf y el campo más antiguos del mundo. Además es famosa por su prestigiosa universidad, la cual pudimos ver y la apariencia era impresionante, con edificaciones tipo antiguo.

En St Andrews visitamos su catedral derruida, que en su momento fue la más grande de Escocia, y el castillo que también está derruido. Estos dos sitios estaban incluido en la Explorer Pass, así que aprovechamos y entramos. Me quedé con las ganas de ir por la mina que se encuentra debajo del castillo, pero te advierten de que es peligrosa y que estás bajo tu propia responsabilidad, así que no me atreví, sólo caminé unos cuantos metros en ella.

Catedral de St Andrews
Mina en el Castillo de St Andrews
Desde aquí nos dirigimos hacia nuestro último destino: Edimburgo. Lo primero que hicimos fue ir hacia Dean Village, que es una pequeña aldea que se conserva desde el siglo XVII a pocos minutos del centro de Edimburgo y que se encuentra a orillas del río Leith.

Dean Village
Después de esto fuimos a dejar el coche en el aparcamiento que habíamos alquilado. En Edimburgo es muy difícil aparcar y las zonas azules son muy caras (puedes tener que pagar 2,40 libras/hora) y encima tienen un tiempo máximo de 4 horas. Así que antes de ir a Edimburgo buscamos en la página web de Park at my house sitios para aparcar en Edimburgo y encontramos uno barato en el mismo centro de la ciudad. Era de una señora que alquilaba su plaza de garaje (no cubierto) por 2 libras al día, así que sin dudarlo cogimos este aparcamiento y nos salió más barato que dejarlo en zona azul o en un parking, incluso teniendo que coger la guagua y dejando las maletas en el guardaequipajes del hotel al día siguiente. Si decides ir a Edimburgo y aparcar en zona azul ten mucho cuidado porque me han dicho que si te pasas un minuto (hay muchísimas personas controlándolo) ya te ponen una multa y son carillas.

Tras dejar el coche en el aparcamiento nos dirigimos hacia el hotel que se encontraba en una de las calles principales, el "Easyhotel Edinburgh Princes Street West", que nos costó 26 libras (31,50 euros). Imagino que si has leído las anteriores entradas te habrás quedado a cuadros a ver lo barato que nos salió este hotel en pleno centro de Edimburgo. El hotel estaba "bien", ya nos habíamos quedado en uno de esta compañía en Londres, por lo que sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, habitaciones muy muy muy pequeñas. En los hoteles de Easyhotel pagas muy poco y vas pagando más por los servicios que quieras, como, por ejemplo, si quieres una ventana en la habitación te costará un poco más (en Londres aprendimos que coger la habitación con ventana era una tontería porque la ventana no se abre y es translúcida). Mi consejo es que si tienes claustrofobia ni hagas el esfuerzo de quedarte en este hotel, pero si esto no te importa y sólo vas a pasar la noche allí como nosotros sí que te lo recomiendo.

Easyhotel Edinburgh Princes Street West
Easyhotel Edinburgh Princes Street West
Easyhotel Edinburgh Princes Street West
Como ven no miento cuando digo que era muy muy muy muy pequeña jajaja. Una de las ventajas de no haber cogido la habitación con ventana es que a las seis de la mañana no nos despertaba la luz del sol.

Tras dejar las cosas en el hotel nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, y ahí vimos que ver la ciudad en el mapa no se correspondía con la realidad, ¡ya podría haber avisado el mapa sobre todas las cuestas que tuvimos que subir! (No sé si lo habré comentado antes pero en Inglaterra casi todo es plano, apenas te encuentras una cuesta ni montañas). 

Empezamos caminando por "Princes Street" para ir hacia el casco antiguo de la ciudad, llegando a la otra calle principal de Edimburgo, "The Royal Mile", donde se encuentra la Catedral, el Castillo, los famosos callejones y numerosas tiendas de souvenirs. 

Writer's Museum
Scottish National Gallery con el Scott Monument a la derecha

Royal Scottish Academy
The Royal Mile
Luego seguimos hacia "Grassmarket square". Esta parte de la ciudad me encantó, bueno, en realidad, Edimburgo en general me gustó muchísimo, lo único que quitaría sería la niebla que no nos dejó disfrutar bien de las vistas. De hecho al día siguiente, cuando la niebla se despejó durante 1-2 horas, nos dimos cuenta de que desde el hotel se veía claramente el castillo :O Aunque tengo que decir que la niebla le dio un toque especial de misterio a Edimburgo. 

En Grassmarket square encontramos un Fish & Chips donde vendían la famosa barra de Mars frita, así que con un poco de reparo la pedimos (lo que no llegamos a probar fue el Haggis, un plato típico escocés, que es una mezcla de corazón, pulmón e hígado de oveja). ¡¡El Mars estaba buenísimo!!, el rebozado apenas se notaba y era como si te comieras un Mars caliente con el caramelo pegándose a tu paladar. Estaba tan bueno que al día siguiente tuvimos que repetir. 

Calle con pubs universitarios

Grassmarket
Deep-fried Mars Bar
Luego seguimos hacia el cementerio de Greyfriars, que es famoso por albergar el poltergueist Mackenzie (se dice que su espíritu ronda por allí y que de hecho ha atacado a personas) y también es famoso debido al perro llamado Bobby que veló la tumba de su dueño durante el resto de sus días. A la salida del cementerio se puede ver una estatua y un pub con su nombre en honor a él. 

Greyfriars Bobby
Cerca del cementerio nos encontramos por casualidad con el pub "The Elephant House", donde J. K. Rowling empezó a escribir Harry Potter.

The Elephant House
Después de esto decidimos ir hacia la parte nueva de la ciudad y vimos una exposición temporal de luces en la plaza de St Andrews, eran luces en forma de flores que iban cambiando de color, aquello era precioso.

Campo de luces
Para acabar el día decidimos ir a cenar a un Wheterspoon, que son pubs ingleses muy baratos, en esta web puedes encontrar el que te quede más cercano si estás viviendo en Gran Bretaña.

2 comentarios:

  1. Que bonitos los castillos y catedral que encontrasteis por el camino y el sitio a las fueras de Edimburgo ;)
    Que pena lo de la niebla, la verdad no se ve tan bien pero bueno se ve que lo habeis disfrutado igualmente :)
    Y las fotos de Edimburgo preciosas

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    1. Si! La catedral con sus tumbas alrededor y la niebla daba miedo jajaja

      Sii, Edimburgo me enamoró :)

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